miércoles, 30 de diciembre de 2015

Nestora Salgado García

                                      
Nestora: mi cuerpo como última arma   

                                                                 Por: Abel Barrera Hernández*

 En medio de Jorge y Roberto,los hermanos que prepararon la barbacoa de chivo en Olinalá, y de María, Minerva y Cleotilde, las hermanas mayores que se encargaron de hacer la salsa, los frijoles y el chicharrón, Nestora, quien se encuentra al lado de Luisa (su hermana menor), comenta de sopetón: Ya me cansé de tanto esperar. Estoy decidida a llegar a lo último, porque no permitiré que el gobierno se burle de las mujeres que luchamos para que en los pueblos haya justicia. Uno imaginaría verla llorar y mostrarse vencida por llevar más de 28 meses recluida. Su porte altivo y combativo impregnó de jovialidad el espacio improvisado para el encuentro familiar el pasado 22 de diciembre, en el penal femenil de Tepepan. Sus palabras llenas de fuerza y verdad dejaron sorprendida a toda la sobrinada, que después de dos años no tenían la dicha de convivir con la tía más aguerrida de la familia Salgado García.


Nestora, hija de Fernando Salgado, oriundo de Olinalá, y de Aurora García, originaria de la comunidad naua de Chiepetepec, municipio de Tlapa, se asume como indígena, como parte de las familias pobres de la Montaña que luchan contra los gobiernos racistas y pendencieros. Con gran orgullo habla de su prole. Campesinos en su mayoría. Mujeres y hombres que han crecido en los lomeríos de Olinalá y que aprendieron a trabajar el campo. Estas son sus palabras:
Todos los de la familia somos derechos y de convicciones. Me siento parte del linaje naua y también mestizo, porque luchan por ideales, porque están dispuestos a defender lo que es de los abuelos. Peleo contra los gobiernos que se empeñan en ahondar la desigualdad y no tolero la discriminación.
En Guerrero nos hemos acostumbrado a vivir en el fango de la violencia y a padecer gobiernos represivos. Los cacicazgos son un lastre que arrastramos desde hace décadas y que continúan desangrando al estado con el apoyo de la delincuencia organizada.
Lo que sucedió en Olinalá en 2011, cuando se incrementaron los secuestros, los robos a las casas, los asaltos a plena luz del día, las extorsiones y asesinatos, sin que las autoridades intervinieran, generó gran desconcierto por la ingobernabilidad que imperaba. Algo que causaba mucha preocupación era la cooptación de jovencitas, a quienes los grupos de la delincuencia involucraban en la venta de droga en las escuelas. La población comenzó a vivir con temor y enojo en un ambiente turbio marcado por balaceras. Era constante el tránsito de camionetas tripuladas por personas ajenas a la comunidad, portando sus armas en pleno centro de la población.
Lo que detonó la irrupción de la gente contra los grupos de la delincuencia y contra las mismas policías y autoridades municipales fue la desaparición y ejecución de un joven taxista, cuyo cuerpo fue encontrado el viernes 26 de octubre de 2012. La gente no tuvo otra alternativa que levantarse en armas. Fue una decisión colectiva en defensa de la vida y de la seguridad de nuestras familias.


Como ciudadana de Olinalá en esa situación límite, no tuve más que dos opciones: resignarme a vivir en manos de la delincuencia y de un gobierno cómplice, o defenderme y organizarme con el pueblo para hacer valer nuestros derechos. Así fue como me involucré en el movimiento de la policía comunitaria. Fueron semanas y meses de reuniones y asambleas entre los pueblos, para tomar las grandes decisiones y nombrar a nuestros futuros policías. Visitamos a las compañeras y compañeros de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), pedimos su consejo y asesoría. Participamos en las asambleas regionales y tuvimos la oportunidad de conocer desde dentro cómo funciona el sistema de seguridad y justicia comunitaria.
La CRAC nos abrió el horizonte y nos dio otra perspectiva. Era el camino de los pueblos de la Montaña que por siglos han practicado un sistema de justicia que está cimentado en la asamblea y cuya seguridad descansa en los servidores del pueblo, que son nombrados por su prestigio y lealtad a su gente. Aquí obtuve mi verdadera formación como ciudadana adscrita a un pueblo indígena. Aprendí a obedecer a mis superiores, que eran los de la CRAC. Conocí a mujeres que formaban parte de la coordinadora y ellas me enseñaron a entender los códigos que se manejan en las asambleas y a comprender la ética comunitaria.
Mi lucha estuvo siempre guiada por las autoridades y consejeros de la CRAC, avalada por las asambleas y dentro del marco de la ley 701. Yo cumplí las órdenes que me dio la CRAC, por eso mismo no he cometido ningún delito. La CRAC se mantiene como un sistema legal y legítimo; una de sus funciones es girar órdenes de aprehensión y ejecutarlas. Desde hace 20 años viene funcionando de esta forma la justicia comunitaria, que tiene como funciones principales la implementación de acciones preventivas, la ejecución de órdenes de aprehensión y el proceso de reducación contra los detenidos. Por ser parte de este sistema, para el gobierno soy yo y no los miembros de la delincuencia organizada quien ha cometido delitos y por ello me confina como criminal a un penal de alta seguridad.
Cuando opté por enfrentar a la delincuencia, pensé que no iba a durar más de ocho días con vida. Tenía claro que los sicarios iban a ir por mí a la casa. Pequé de ingenua y pensé que el gobierno iba a actuar en nuestro favor. Sabían que el problema era grande y que la gente había decidido tomar las armas. Los sicarios no llegaron a la casa, los que sí me esperaron en la entrada del pueblo fueron los militares, que me detuvieron y me entregaron a la Marina para llevarme escoltada hasta Acapulco y de ahí trasladarme al penal de Tepic. Por luchar contra el crimen me dieron trato de criminal.
Yo pude haber huido del pueblo, pero qué mensaje iba a dar a la gente que me dio el nombramiento de coordinadora y a la misma CRAC. Abandonar el país iba a ser un acto de cobardía, y además era mostrar que estábamos vencidos. Que este proyecto no era verdad, y que no creíamos en lo que hacíamos. Siempre he dicho que este es un movimiento justo y necesario. Sólo los pueblos unidos y organizados podemos controlar al gobierno y parar la delincuencia. Sólo nosotras hemos sido capaces de decir ¡basta!

Al gobierno lo increpo con la frente en alto, ¿dónde están las supuestas víctimas, que hasta la fecha no conozco? ¿Dónde están a quienes supuestamente secuestré y pedí 3 mil pesos por su rescate? ¿Dónde están las autoridades de Olinalá para que demuestren que tienen la cara limpia y que en realidad no deben nada?
Si yo decidí enfrentar a la delincuencia es porque quiero la paz para mi pueblo y mi familia. No quiero la guerra. Mi lucha es para que no maten a más gente inocente, como cada día sucede en Guerrero. Mi lucha es para acabar con la delincuencia que está enquistada en el mismo gobierno. Esa es mi guerra contra ellos y eso no me lo perdonan. Este primero de enero iniciaré mi segunda huelga de hambre. Lo haré porque en este país no me ha quedado otra alternativa que usar mi cuerpo como mi última arma para alcanzar la libertad o la muerte.

*Antropólogo. Director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan

viernes, 25 de diciembre de 2015

Dominación y resistencia en la favela





Dominación y resistencia en la favela

                                             Por: Raúl Zibechi

Los peatones son los reyes ante los que deben rendirse los coches. Tal vez sea la diferencia mayor entre la favela y el asfalto, algo en lo que no suelen reparar ni los medios ni los analistas del sistema. La calle es el paraíso de la gente común, de los niños que juegan con la pelota, de las niñas que saltan y corren, de las mujeres que arrastran bolsas de alimentos y los jóvenes que se abren paso con sus motos haciendo piruetas entre los autos y las adolescentes, a las que no parecen impresionar.

Timbau es una de las 16 favelas de la Maré, enorme espacio pegado a la bahía de Guanabara con 130 mil habitantes, que los migrantes nordestinos fueron ganando al mar metro a metro desde sus precarios palafitos, que comenzaron a erigir un siglo atrás. Timbau es una de las pocas favelas del norte de la ciudad en ancas de un morro, que disfruta el privilegio de otear a ésta, la bahía y los cerros. Cuando el sol cae a plomo se hace pesado caminar cuesta arriba y todo se mueve en cámara lenta.

Si se define a la favela por lo que no tiene, como suelen hacer los centros de estudios que priorizan las carencias, habría que empezar diciendo que no hay bancos ni supermercados, ni esas catedrales del consumo llamadas malls. Parece un barrio proletario de cualquier centro industrial de comienzos del siglo XX, cuando los obreros vivían de un modo diferente a los demás, con expectativas vitales diferentes, y en lugares distintos, como nos recuerda Eric Hobsbawm (Historia del siglo XX, Crítica, p. 308).

En una de las callejuelas, entre un almacén y una peluquería donde alisan sus cabellos las adolescentes, un pequeño comercio tiene un letrero que dice Roça, que en portugués denomina el área de siembra de la agricultura familiar. Un pequeño grupo de jóvenes venden productos agroecológicos y elaboran cerveza artesanal, mostrando que es posible trabajar en colectivo y autogestionarse. Es un espacio donde confluyen grupos de otras favelas que resisten la militarización y la especulación urbana.

La Maré estuvo ocupada militarmente hasta hace pocos meses y seguramente los uniformados regresarán antes de los Juegos Olímpicos de 2016. El ejército estuvo durante 15 meses, 3 mil soldados con armas largas y tanques de guerra, pero a comienzos de julio fueron relevados por la Policía Militar, uno de los cuerpos más odiados por los sectores populares –en particular por los jóvenes negros– responsable de miles de muertes todos los años.


Un grupo de muchachos del colectivo Ocupa Alemão, una favela cercana ocupada desde 2010 por los militares donde se han instalado Unidades de Policía Pacificadora (UPP) y una red de teleféricos, aseguran que la mayor contradicción que existe en Brasil es el racismo. Ocupa Alemão nace para resistir la brutalidad policial con festivales de rock, cine-debates, juegos con niños, talleres de graffiti y una feria de negritud económica, inspirada en la tradición solidaria de los quilombos (repúblicas de esclavos fugados); 20 por ciento de las ventas las destinan a un fondo para apoyar a las madres de las víctimas del Estado en Río de Janeiro.

La feria es itinerante y se propone defender la autonomía política y fortalecer la economía colectiva, como destacan en su facebook. Se trata de una iniciativa de movimientos de mayoría negra en las áreas de salud, cultura, educación, cocina y audiovisual para difundir la cultura afrobrasileña y fomentar la autogestión como forma de construir autonomía.

Uno de los jóvenes dice que en el Complejo de Alemão hay cinco UPP y que una de ellas funciona en una escuela, con su fachada tapizada de agujeros de balas. Habla del racismo como forma de dominación: Cuando van al médico, las mujeres blancas son atendidas 15 minutos en promedio, pero las negras apenas tres minutos. Cada palabra suena como un martillo sobre la piedra. Nosotros por nosotros, es la consigna de Ocupa Alemão, que se ha ganado un espacio entre la camada de movimientos que nacieron luego de las Jornadas de Junio de 2013.

Para el que llega de fuera, los detalles desconciertan. El turismo safari en las favelas hace estragos. Jeeps verdes como los que usan los militares, con turistas rubios cámara en mano, violentando la cotidianidad de los vecinos. Desde el teleférico de Alemão pueden retratarlos mientras comen, bailan o hacen sus necesidades más íntimas. Un panóptico tan insultante como la insensibilidad del mercado. Compran camisetas de recuerdo que dicen, sobre la foto de la favela, Yo estuve aquí, aunque la hayan sobrevolado a decenas de metros. Es triste comprobar cómo la lógica del turista y del policía militar es idéntica, aunque utilicen armas diferentes.

La noche en la favela es bulliciosa. La música suena potente, pero nadie se queja. Igual que los coches ceden ante los peatones, la favela entiende que el silencio no puede contra los ritmos. Parece raro y hasta molesto al foráneo que no puede conciliar el sueño; sin embargo, es la lógica obrera de todos los tiempos, según Hobsbawm, donde la vida era, en sus aspectos más placenteros, una experiencia colectiva (idem).

Es probable que esa cultura de lo colectivo explique el genocidio que sufren los favelados, en su inmensa mayoría negros. Una cultura tejida de relaciones sociales diferentes a las hegemónicas, tan irreductible como el espacio donde se ha refugiado, representa una amenaza latente para las clases dominantes. En más de un siglo, ningún gobierno pudo con las favelas que siguen creciendo pese a las violencias del Estado y los traficantes.


Son cientos los colectivos de jóvenes que resisten: de hip-hop, de cultura negra, contra el genocidio, de economía, de madres de asesinados y desaparecidos. La impresión es que tienden a multiplicarse y cada vez es más difícil hacerlos retroceder a bala. En el próximo ciclo de luchas las mujeres y los jóvenes de las favelas dirán presente, y las izquierdas blancas deberán decidir si luchan y mueren junto a ellas o siguen mirando hacia arriba.

martes, 22 de diciembre de 2015

Libros que podrían interesarte El Coloso de Marusi Por: Henry Miller


Todos los Libros reseñados y publicados por este sitio son usados y están a la venta al publico en Barrio Babylonia. Calle Jesús Carranza (cerca metro Lagunilla)
El Coloso de Marusi Por: Henry Miller  Libros a la venta en Barrio Babylonia.  precio $30 pesos mexicanos



        El Coloso de Marusi
                                               Por: Henry Miller

Después de haber vivido la experiencia de un viaje a Grecia, Henry Miller realiza esta obra literaria dedicada a ese fascinante país  y a su extraordinaria gente, sobre todo a katsimbalis cuya personalidad magnificente le va a impresionar de manera profunda y mágica.
Un libro lleno de lenguaje descriptivo, de códigos, trucos y sugestiones narrativas que provocan al lector para adentrarlo en la trama del recorrido por Grecia en la víspera de la segunda guerra mundial.
_la impresión más importante  que me ha producido   es la de ser un mundo hecho a la medida del hombre_
…_El actual modo de vida americana está condenado a desaparecer, al igual que el seguido en Europa, ninguna nación de la tierra puede alumbrar un nuevo orden de vida si no establece antes un punto de vista sobre el universo. Amargas equivocaciones nos han enseñado que todos los pueblos de la tierra están vinculados unos a otros de manera vital, pero no hemos sabido hacer un inteligente uso de este conocimiento _… Inspirado Henry Miller escribe con tal tino que en la actualidad sus palabras resultan proféticas y se explican a la perfección por su profundo significado.

Titulo: El Coloso de Marusi
Autor: Henry Miller
Idioma: español
Editorial: Seix Barral
Año: 1991
País: España    

      


Algodón en Harlem
                   De: Chester Himes
                           Reseña de: Ramon Ortiz M.  (para Barrio Babylonia)

Es una novela narrada en un estilo acido y sarcástico, el humor de Chester Himes inyectado a las acciones de los personajes principales dos detectives sagaces “Ataúdes” Ed y “Sepulturero” Jones, quienes sobre el terreno de Harlem en Nueva York buscan las pistas que los lleven a solucionar un gran robo a la Organización liderada por el reverendo O’ Malley quien ha logrado reunir en torno suyo a 87 familias de a mil dólares dinero que han invertido de buena fe en la promesa del regreso a África, pero el dinero ha sido robado por los blancos y escondido en una paca de algodón, con esa trama se entreteje la historia llena de acción y vértigo tal como la vida de estos personajes detectives quienes a toda costa trataran de recuperar la fortuna robada para devolverla a sus originales dueños.  
_ cabe mencionar que la novela está basada en el llamado sueño Garveyista quien en los años treinta funda la naviera Black Star Line con la cual pretendía devolver a los miembros de su organización al África de sus ancestros UNIA_
Titulo: Algodón en Harlem
Autor: Chester Himes
Edita: Grijalbo Mondadori
Idioma: Español
País: España

Año: 1965         

Un Líder y un Pueblo
                                        Autor: Kwame Nkrumah


Reseña de: Ramón Ortiz M.  (para Barrio Babylonia)

Una historia que merecía ser contada y conocida por las nuevas generaciones, sobre un hombre como pocos modelo de tenacidad y sacrificio, rectitud y disciplina que dio su vida toda al servicio de la liberación su pueblo.
Kwame Nkrumah es de aquellos raros hombres que evitan la comodidad y eligen el camino largo pero seguro para conseguir a toda costa sus objetivos.
El libro cuenta la historia de Kwame Nkrumah desde su feliz niñez y su posterior preparación que va a determinar su conducta de adulto consecuente, su viaje a los Estados Unidos donde pasara penurias, la pobreza más extrema mientras obtiene preparación universitaria a la que se somete gustoso a pesar de que en su patria natal bien podría vivir de manera holgada y sin tantos problemas con un puesto de maestro en alguna localidad.
La preparación en Norteamérica y en Inglaterra va a determinar su quehacer en la vida dedicarse en cuerpo y alma a combatir la colonización de su tierra natal (Costa de Oro hoy Ghana) y conseguir la independencia de su patria y así sentar un precedente para todo el continente africano.
 El libro que es una autobiografía tiene entre lo más destacable  algunos capítulos que son parte aguas en la vida de Nkrumah.
Capítulo II que abarca las primeras épocas de estudiante llamado “Achimota y la enseñanza”.
Capítulos III y IV “Los estados” y “Tiempos difíciles” donde narra su vida de migrante y la pesadumbre de la pobreza extrema.
Capitulo XI “El juicio y la prisión” donde narra  de sus días en la cárcel pagando el precio de enfrentarse a la Inglaterra colonial.
Capitulo XIII “Acción táctica” donde muestra que la política activa bien dirigida funciona para el bien común y a la causa justa de la liberación e independencia.
Capitulo XVIII “las elecciones del 54” el preámbulo oficial del triunfo requisito que la corona británica pone en el tortuoso camino de los africanos y que Nkrumah sabe dirigir con inteligencia y agudo sentido de justicia a pesar de los oportunistas opositores.
Capitulo XXV “La hora del triunfo” los anuncios oficiales de independencia  de Ghana territorio del África occidental y vanguardia en la liberación de los pueblos de África.    
     
 Titulo: Un líder y un pueblo País: México Año: 1962
Editorial: Tiempo presente Fondo de Cultura Económica Idioma: Español  

domingo, 13 de diciembre de 2015

Pesimismo Subversivo: Alternativa al neoliberalismo.


El pesimismo subversivo: alternativa al neoliberalismo
                                                        Marcos Roitman Rosenmann

Subvertir el pensamiento dominante, construir alternativa, mostrarse abierto a nuevas formas del pensar, ha tenido un final trágico y no por ello ha sido derrotado ni menos aún extinguido. Siempre presente, se desarrolla y es capaz de condensar en circunstancias adversas el saber más avanzado y liberador. Se trata de rupturas democráticas, procesos de emancipación y justicia social.
La lucha contra la explotación, el colonialismo interno, la esclavitud y el conformismo social despiertan el rechazo de las antielites. Su voz ha sido perseguida, encarcelada o invisibilizada. Sus representantes aúnan las esperanzas de las clases explotadas y dominadas, excluidas y marginadas, consecuencia de la acción depredadora de una economía de mercado asentada en el neoliberalismo trasnacional.
Desde los orígenes societales, pensar críticamente no ha sido bien visto ni tolerado por el poder. Recordemos el final trágico de Sócrates, Espartaco, Giordano Bruno o Túpac Amaru. Sin olvidar a Galileo Galilei. Obligado a retractarse ante el Tribunal de la Inquisición, apostilló:Y sin embargo se mueve. Palabras de dolor y reivindicativas como salvaguarda de su vida.
Las élites y el poder dominante han buscado contener, diseñar y controlar el futuro. De esa manera han prefigurado un entorno para imponer su cosmovisión e ideología. No permiten la formulación de saberes y conocimientos cuya dinámica suponga cuestionar el orden establecido. Para ese tipo de situaciones han dibujado un estereotipo de sujeto conflictivo, antisocial, al cual perseguir y amordazar, un peligro para la seguridad del Estado y la ciudadanía. Se trata del subversivo. El alborotador, un outsider.
El control sobre disciplinas como la política, la economía, la historia, la sociología, la cibernética y la informativa, articuladas en las ciencias de la complejidad y sistémicas, conlleva un saber encorsetado. La vigilancia del pensamiento y los límites sobre lo que es pertinente se decide en instituciones ad hoc, conocidas popularmente como academias, cuyos miembros se cooptan bajo el supuesto de su sapiencia. Para eso fueron creadas. Academia de la lengua, para acotar el lenguaje. Academia de la historia, para administrar el presente y definir hasta dónde y qué se debe entender por memoria histórica y cuáles los hechos que la integran. Academia de las ciencias, para dotarnos de objetividad y racionalidad científica. Cómo olvidar el rechazo institucional a la teoría de la evolución de Walace y Darwin, entre los académicos de la época.
No hay disciplina ni conocimientos cuya evolución no haya sido fiscalizada y sometida a control. Spinoza, Nietzche, Marx, Weber, Simmel, entre otros, fueron considerados pensadores malditos. Vincent Van Gogh, pintor rechazado, proscrito. Sin embargo, pasado el peligro, la capacidad transformadora y revolucionaria de cambio social y ruptura, las élites dominantes cooptan el pensamiento subversivo y lo integran a la dinámica consensual una vez despojada de la crítica y eliminado el peligro revolucionario. Hoy los veneran, estudian y divulgan sus conocimientos.
En nuestra América, qué decir del acoso a Miguel Hidalgo y José María Morelos. En 1810, “Miguel Hidalgo fue condenado por la Inquisición Novohispana por ‘libertino, sedicioso, cismático, hereje formal, judaizante, luterano, calvinista y sospechoso de ateísmo y materialismo’, y Morelos por haber seguido a Hobbes, Helvetius, Voltaire y Lutero. Todavía en 1822, durante el primer año del imperio de Iturbide, la Iglesia incluía una lista de 42 libros proscritos. “No fueron los primeros. Los pueblos taíno, azteca, maya, chibcha, araucano, guaraní o inca sufrieron persecución, esclavitud y muerte. Las rebeliones fueron reprimidas, sin límites al uso de la violencia y la tortura. Túpac Amaru, descuartizado. Túpac Katari, arrojado a un barranco. Otros, empalados o degollados. Sus causas siguen vivas.

Artigas, Miranda, Bolívar, San Martín, José Martí, Manuel Rodríguez, Emiliano Zapata, engrosan una lista de pensadores subversivos. Farabundo Martí, Augusto César Sandino, obispos como el costarricense Sanabria o el salvadoreño Romero. En este orden se incorporan Camilo Torres, Fidel Castro, Ernesto Guevara, Lucio Cabañas, Juan Bosch, Salvador Allende, Juan José Torres, Hugo Chávez, Ellacuría, Baró y Montes, los jesuitas asesinados por el ejército en El Salvador. La lista es larga. Hombres y mujeres. Intelectuales, artistas, trabajadoras, estudiantes y jóvenes forman parte del devenir de las ideas subversivas, por ello son combatidos, detenidos, torturados y asesinados.
En América Latina la lucha contra el colonialismo del saber y del poder marca el inicio del pensamiento rebelde y subversivo. El pensamiento crítico tiene continuidad en los proyectos que asumen la crítica al neoliberalismo, se manifiestan contra la guerra, el colapso del planeta, el extractivismo, los megaproyectos. La propuesta de pensamiento político y emancipador defiende los derechos humanos, la naturaleza, propone una vida digna dentro de un orden cuyo principio es la justicia social. El EZLN representa ese pensamiento político emancipador. La digna rabia, la lucha contra la hidra del capitalismo. Su defensa de la dignidad y la ética son parte de la esperanza que encarna el pensamiento subversivo.
Orlando Flas Borda fue el gran sociólogo de la subversión. Para él, la palabra es campo de batalla para enunciar y construir mundo, expresa y forma parte de la lucha política. De allí la importancia de crear pensamiento propio, hacer relevante la teoría, defender los saberes populares y disputar la memoria histórica.

Fijar y seleccionar conocimiento son la clave para proyectar una topía liberadora, capaz de construir y configurar un poder democrático y liberador frente al colonialismo global. No se puede luchar contra el neoliberalismo, sus valores y su cultura rehuyendo el campo de batalla del conocimiento y sin producir pensamiento subversivo, mental y político. Ese es el reto de las ciencias sociales y la acción subversiva de la lucha política democrática y anticapitalista.

martes, 8 de diciembre de 2015

Libros que podrían interesarte (2)

Un Líder y un Pueblo

                     Autor: Kwame Nkrumah

Reseña de: Ramón Ortiz M.  (para Barrio Babylonia)


  Una historia que merecía ser contada y conocida por las nuevas generaciones, sobre un hombre como pocos modelo de tenacidad y sacrificio, rectitud y disciplina que dio su vida toda al servicio de la liberación su pueblo.
Kwame Nkrumah es de aquellos raros hombres que evitan la comodidad y eligen el camino largo pero seguro para conseguir a toda costa sus objetivos.
El libro cuenta la historia de Kwame Nkrumah desde su feliz niñez y su posterior preparación que va a determinar su conducta de adulto consecuente, su viaje a los Estados Unidos donde pasara penurias, la pobreza más extrema mientras obtiene preparación universitaria a la que se somete gustoso a pesar de que en su patria natal bien podría vivir de manera holgada y sin tantos problemas con un puesto de maestro en alguna localidad.
La preparación en Norteamérica y en Inglaterra va a determinar su quehacer en la vida dedicarse en cuerpo y alma a combatir la colonización de su tierra natal (Costa de Oro hoy Ghana) y conseguir la independencia de su patria y así sentar un precedente para todo el continente africano.
 El libro que es una autobiografía tiene entre lo más destacable  algunos capítulos que son parte aguas en la vida de Nkrumah.
Capítulo II que abarca las primeras épocas de estudiante llamado “Achimota y la enseñanza”.
Capítulos III y IV “Los estados” y “Tiempos difíciles” donde narra su vida de migrante y la pesadumbre de la pobreza extrema.
Capitulo XI “El juicio y la prisión” donde narra  de sus días en la cárcel pagando el precio de enfrentarse a la Inglaterra colonial.
Capitulo XIII “Acción táctica” donde muestra que la política activa bien dirigida funciona para el bien común y a la causa justa de la liberación e independencia.
Capitulo XVIII “las elecciones del 54” el preámbulo oficial del triunfo requisito que la corona británica pone en el tortuoso camino de los africanos y que Nkrumah sabe dirigir con inteligencia y agudo sentido de justicia a pesar de los oportunistas opositores.


Capitulo XXV “La hora del triunfo” los anuncios oficiales de independencia  de Ghana territorio del África occidental y vanguardia en la liberación de los pueblos de África.

Titulo: Nkrumah, un líder y un pueblo 
País: México
Año: 1962
Idioma : Español
Editorial: Tiempo presente, Fondo de Cultura Económica

martes, 17 de noviembre de 2015

Drogas Libertarias

El sueño idealista de La ruta de la seda 
de Russ Ulbricht 
                    
                                                                                Por:     Naief Yehya
Drogas libertarias   
Como muchos otros ciberrebeldes y tecnoanarquistas libertarios, Russ Ulbricht desconfiaba de todas las formas de la autoridad y la represión estatal. Ulbricht estudió ingeniería y ciencias de materiales y obtuvo calificaciones sobresalientes. Pero una vez terminados sus estudios encontró ese campo de la física profundamente árido y decidió reorientar su atención hacia las cripto divisas, sistemas monetarios alternativos, digitales, descentralizados, para el intercambio de bienes y servicios cuyo valor depende exclusivamente de factores del mercado y de la criptografía, así como de la producción y verificación colectiva. La más famosa y representativa de estas divisas es Bitcoin. Ulbricht imaginaba que gracias a este tipo de herramientas era posible crear mercados anónimos, donde la gente pudiera adquirir cualquier cosa sin dejar rastro a la policía, a los inspectores fiscales o a cualquier otro entrometido. Inicialmente experimentó vendiendo libros en línea, pero poco a poco decidió que la mercancía ideal para un mercado transgresor como ése debían ser drogas ilegales; de tal manera pondría en evidencia no sólo la posibilidad de una reorganización económica sin más reglas que las leyes de la oferta y la demanda, sino también la inutilidad de la costosa, manipuladora y sangrienta guerra contra las drogas.

Mercado de la transgresión   
En enero de 2011, Ulbricht finalmente subió su sitio a la red. Inicialmente lo llamó Underground Brokers, pero luego cambió a Silk Road (SR). Para acceder a este mercado era necesario el uso del programa anonimizador Tor o equivalentes. Una de las primeras transacciones que tuvo lugar en ese espacio fue que Russ vendió cinco kilos de hongos alucinógenos que él mismo sembró y cosechó. Al poco tiempo numerosos vendedores y compradores comenzaron a integrarse y a dar forma a un auténtico bazar virtual que Ulbricht administraba manualmente. El sitio creció de manera fabulosa y para junio de ese mismo año ya se había convertido en una especie de eBay subterráneo donde se podían adquirir los productos clandestinos más exóticos, como aquellos que enumera Joshuah Bearman en su artículo en Wired, “The Rise and Fall of Silk Road”:  “Cocaína colombiana escama de pescado, heroína afgana núm. 4, LSD fresa, hash caramelo, copos de cocaína Mercurio sin cortar, XTC estrella de la invencibilidad, MDMA Mitsubishi blanco, heroína alquitrán negro u orozuz del diablo.” Aparte de eso circulaban ahí toda clase de fármacos, opiáceos y antidepresivos y toda clase de medicamentos codiciados. El sitio estaba hecho de manera relativamente amateur, por lo que con el brutal incremento de tráfico y la circulación de grandes cantidades de dinero, requirió de una reprogramación profesional.
El culto del pirata   
La Ruta de la Seda para Ulbricht era un negocio, pero también era un experimento social, un ejercicio purista de libertad extrema. Casi todo se valía en ese mercado, con la excepción de pornografía infantil, artículos robados y cualquier cosa que causara daño a terceros. Russ se fue convirtiendo en el gurú de SR y una figura de culto. En febrero de 2012, Russ adoptó el nombre de Dread Pirate Roberts (el Temido Pirata Roberts) inspirado en el personaje del filme Princess Bride, de Rob Reiner, un personaje que no es un hombre, sino una serie de individuos que se ocultan tras de una máscara. Más que un simple administrador, el Pirata era un ideólogo que sostenía debates en torno al poder del Estado, el control económico y los límites de la libertad, por lo que eran comunes las discusiones sobre la legitimidad de vender armas, órganos humanos, esclavos, o contratar asesinos a sueldo.

Servicio al cliente


La disponibilidad, facilidad de uso, seguridad y la posibilidad de los usuarios de calificar y reseñar a los vendedores, compradores y los productos, creaba un sistema de confianza sin precedente en el mundo de la droga que, más que consumidores satisfechos, generó masas de seguidores devotos. SR no pasó inadvertido y pronto el Pirata Roberts descubrió que numerosos agentes de Homeland Security, el Servicio Secreto, el FBI y la DEA estaban decididos a encontrarlo para destruir su trabajo. El propio senador de Nueva York, Charles Schumer, organizó una cruzada contra SR. Ulbricht era disciplinado y extremadamente cuidadoso; sin embargo, como sucede siempre, cometió un error. Ulbricht aseguraba que sr nunca sería encontrado, pero un problema de programación filtraba de cuando en cuando la dirección IP del sitio o la etiqueta de protocolo de internet. Un día, un agente obsesivo y atento tuvo suerte y astucia y la detectó.


Libre mercado
La utopía libertaria de un mercado “sin fricción”, en el que cualquier producto podría ser comprado o cambiado sin dejar huella, era el primer paso de Dread Pirate Roberts para la construcción de una sociedad más igualitaria y justa. El delirante bazar llamado Silk Road en la deep web (el gigantesco espectro de internet no indexado que es miles de veces más grande que el web “superficial”) era una teoría económica puesta en acción. Este sitio, que habría de volverse un imperio (con más de un millón de usuarios registrados y en el que circularon más de mil millones de dólares), le generó en menos de tres años cerca de 20 millones de dólares en ganancias netas a su creador,


 Ross Ulbricht, quien bajo el nom d’internet Dread Pirate Roberts o DPR, administraba las operaciones comerciales del sitio pero también lo utilizaba como tribuna para predicar sus ideas, inspiradas en el trabajo del economista austríaco Ludwig von Mises. Ahí Ross estableció contacto con un agente de la DEA, Carl Force, quien se hacía pasar por Eladio Guzmán, alias Nob, un supuestonarco puertorriqueño. A pesar de que Ulbricht sabía que numerosos agentes trataban de infiltrar el sitio, Nob logró convencerlo de la autenticidad de sus credenciales en el mundo del crimen y se ganó su confianza. Al poco tiempo tenían algo parecido a una amistad. Nob le aconsejaba cómo manejar el negocio y cuando DPR comenzó a desconfiar de uno de sus empleados, Curtis Green (primero se enteró de que había sido arrestado, por lo que temió que lo hicieran confesar, y después, porque aparentemente se había robado el equivalente a 350 mil dólares en Bitcoin), le ofreció eliminarlo por 80 mil dólares.

¿Ideólogo o demagogo?  De ser esto cierto, en el momento en que el miedo y la paranoia llevaron a Ross a aceptar la propuesta de Nob, el idealismo de Silk Road se desplomó y sólo quedó una corporación criminal. Según Joshuah Bearman, en su artículo de Wired, no le tomó demasiado tiempo a Ulbricht decidir la ejecución de uno de los miembros de esta comunidad. Podemos suponer que la distancia imaginaria entre el mundo real y el digital podría hacer que parezca menos grave ordenar matar a alguien en línea; sin embargo, semejante decisión parece totalmente ajena a la naturaleza de Ulbricht, quien vivía en una austeridad extrema y jamás fue violento. Con la fama y el éxito se multiplicaron los problemas: spammers, ladrones, el fluctuante valor del Bitcoin,hackers hostiles que buscaban extorsionarlo (a veces tenía que pagar 50 mil dólares al mes por protección), sitios competidores agresivos y ostentosos, como Atlantis, y ataques rutinarios de negación de servicio. Force le envió fotos de Green “muerto” y cobró el resto de su comisión. Tenía ahí ya suficientes pruebas para meterlo a la cárcel, si sólo lograba descubrir su identidad. A este falso asesinato siguieron supuestamente otros, como uno encargado a un presunto pandillero de los Hell Angels para eliminar a un extorsionador por 150 mil dólares. La paradoja es que estos presuntos crímenes no están incluidos en sus cargos, sino que fue condenado por tráfico de drogas y documentos, lavado de dinero y hackeo.


Huellas imborrables
Ulbricht era un programador autodidacta y construir un sitio de esta magnitud estaba muy por encima de sus habilidades. Eventualmente el sistema filtró referencias que llevaron a investigadores del IRS, DEA y FBI a localizarlo a él y a los servidores de Silk Road. Una de las piezas del rompecabezas fue el descubrimiento realizado por Homeland Security de una orden de identificaciones falsas con las que Ulbricht pensaba contratar más servidores. Los agentes aseguran que descubrieron una dirección de correo en un foro especializado, una ip que coincidía con la de un café internet desde donde se había tenido acceso a Silk Road, un perfil en LinkdIn, y más pistas que, gracias a la suerte y a Google, revelaron la identidad de Ross, quien fue arrestado el 1 de octubre de 2013 en una biblioteca mientras tecleaba como DPR. No son pocos los expertos que no creen que una investigación semejante sea realista.

Justos y pecadores

Después de un controvertido y tumultuoso juicio, Ulbricht fue sentenciado a cadena perpetua el pasado 29 de mayo, un evidente castigo ejemplar. Mientras tanto, el agente Force, quien precipitó el colapso de Ulbricht, se declaró culpable en junio de haber robado 820 mil dólares en Bitcoin durante la investigación. Asimismo, el agente del servicio secreto, Shaun Bridges, aceptó haber robado y lavado dinero en este caso. La familia Ulbricht creó el sitio freeross.org y sigue luchando por una apelación y un nuevo juicio.

martes, 22 de septiembre de 2015

Ponencia Leida en el seminario Pensamiento Critico Frente a la Hidra Capitalista

Ponencia: Leída durante el seminario Pensamiento Crítico Frente a la hidra Capitalista                                                      Por: John Holloway

Pensamiento crítico: pensamiento que busca la esperanza en un mundo donde parece que ya no existe. Pensamiento crítico: pensamiento que abre lo cerrado, que sacude lo fijo. El pensamiento crítico es el intento de entender la tormenta y algo más. Es entender que en el centro de la tormenta hay algo que nos da esperanza.
La tormenta viene, o más bien ya está aquí. Ya está aquí y es muy probable que se vaya intensificando. Tenemos un nombre para esta tormenta que ya está aquí: Ayotzinapa. Ayotzinapa como horror, y también como símbolo de tantos otros horrores. Ayotzinapa como expresión concentrada de la cuarta guerra mundial.
¿De dónde viene la tormenta? No de los políticos –son ejecutores de la tormenta nada más. No del imperialismo, no es producto de los Estados, ni de los Estados más poderosos. La tormenta surge de la forma en la cual la sociedad está organizada. Es expresión de la desesperación, de la fragilidad, de la debilidad de una forma de organización social que ya pasó su fecha de caducidad, es expresión de la crisis del capital.
El capital es de por sí una agresión constante. Es una agresión que nos dice todos los días “tienes que moldear lo que haces de cierta forma, la única actividad que tiene validez en esta sociedad es la actividad que aporta a la expansión de la ganancia del capital”.
La agresión que es el capital tiene una dinámica. Para sobrevivir tiene que subordinar nuestra actividad cada día más intensamente a la lógica de la ganancia: “hoy tienes que trabajar más rápidamente que ayer, hoy tienes que agacharte más que ayer”.
Con eso ya podemos ver la debilidad del capital. Depende de nosotros, de que queramos y podamos aceptar lo que nos impone. Si decimos “perdón, pero hoy voy a cultivar mi milpa”, u “hoy voy a jugar con mis hijos”, u “hoy me voy a dedicar a algo que tenga sentido para mí”, o simplemente “no, nos vamos a agachar”, entonces el capital no puede sacar la ganancia que requiere, la tasa de ganancia cae, el capital está en crisis. En otras palabras, nosotros somos la crisis del capital, nuestra falta de subordinación, nuestra dignidad, nuestra humanidad. Nosotros somos la crisis del capital y orgullosos de serlo, estamos orgullosos de ser la crisis del sistema que nos está matando.
El capital se desespera en esta situación. Busca todos los métodos posibles para imponer la subordinación que requiere: el autoritarismo, la violencia, la reforma laboral, la reforma educativa. También introduce un juego, una ficción: si no podemos sacar la ganancia que requerimos, vamos a fingir que existe, vamos a crear una representación monetaria para un valor que no se ha producido, vamos a expandir la deuda para sobrevivir y tratar de usarla al mismo tiempo para imponer la disciplina que se requiere. Pero esta ficción aumenta la inestabilidad del capital y además no logra imponer la disciplina necesaria. Los peligros para el capital de esta expansión ficticia se vuelven claros con el colapso de 2008, y con eso se hace más evidente que la única salida para el capital es a través del autoritarismo: toda la negociación alrededor de la deuda griega nos dice que no hay posibilidad de un capitalismo más suave, el único camino para el capital es el camino de la austeridad, de la violencia. La tormenta que ya está, la tormenta que viene.
Nosotros somos la crisis del capital, nosotros que decimos ¡No!, nosotros que decimos ¡Ya basta del capitalismo!, nosotros que decimos que es tiempo de dejar de crear el capital, que hay que crear otra forma de vivir.

El capital depende de nosotros, porque si nosotros no creamos ganancia (plusvalor) directa o indirectamente, entonces el capital no puede existir. Nosotros creamos el capital, y si el capital está en crisis, es porque no estamos creando la ganancia necesaria para la existencia del capital, por eso nos están atacando con tanta violencia.
En esta situación, realmente tenemos dos opciones de lucha. Podemos decir: “sí, de acuerdo, vamos a seguir produciendo el capital, promoviendo la acumulación de capital, pero queremos mejores condiciones de vida”. Esta es la opción de los gobiernos y partidos de izquierda: de Syriza, de Podemos, de los gobiernos en Venezuela y Bolivia. El problema es que, aunque sí pueden mejorar las condiciones de vida en algunos aspectos, por la desesperación misma del capital existe muy poca posibilidad de un capitalismo más humano.
La otra posibilidad es decir “Chao, capital, ya vete, vamos a crear otras maneras de vivir, otras maneras de relacionarnos, entre nosotros y también con las formas no humanas de vida, maneras de vivir que no están determinadas por el dinero y la búsqueda de la ganancia, sino por nuestras propias decisiones colectivas”.
Aquí en este seminario estamos en el mero centro de esta segunda opción. Este es el punto de encuentro entre zapatistas y kurdos y miles de movimientos más que rechazamos el capitalismo, tratando de construir algo diferente. Todas y todos estamos diciendo “Ya, capital, ya pasó tu tiempo, ya vete, ya estamos construyendo otra cosa”. Lo expresamos de muchas maneras diferentes: estamos creando grietas en el muro del capital y tratando de promover su confluencia, estamos construyendo lo común, estamos comunizando, somos el movimiento del hacer contra el trabajo, somos el movimiento del valor de uso contra el valor, somos el movimiento de la dignidad contra un mundo basado en la humillación. Estamos creando aquí y ahora un mundo de muchos mundos.
Pero ¿tenemos la fuerza suficiente? ¿Tenemos la fuerza suficiente para decir que no nos interesa la inversión capitalista, que no nos interesa el empleo capitalista? ¿Tenemos la fuerza para rechazar totalmente nuestra dependencia actual del capital para sobrevivir? ¿Tenemos la fuerza para decir un “adiós” final al capital?
Posiblemente no la tenemos, todavía. Muchos de nosotros que estamos aquí tenemos nuestros sueldos o nuestras becas que vienen de la acumulación del capital o, si no, vamos a regresar la semana próxima a buscar empleo capitalista. Nuestro rechazo al capital es un rechazo esquizofrénico: queremos decirle un adiós tajante y no podemos o nos cuesta mucho trabajo. No existe pureza en esta lucha. La lucha para dejar de crear el capital es también una lucha contra nuestra dependencia del capital. Es decir, es una lucha para emancipar nuestras capacidades creativas, nuestra fuerza para producir, nuestras fuerzas productivas.
En eso estamos, por eso venimos acá. Es cuestión de organizarnos, claro, pero no de crear una Organización, sino de organizarnos de múltiples maneras para vivir desde ahora los mundos que queremos crear.

¿Cómo avanzamos, cómo caminamos? Preguntando, por supuesto, preguntando y abrazándonos y organizándonos.