martes, 24 de julio de 2012

Bàtiz, la mariguana y los medios


                Bátiz, la mariguana y los medios

                                                                              Por: Leopoldo Rivera Rivera*

En estos tiempos de noticias escasas y declaraciones intrascendentes de políticos mediocres, a algún reportero se le ocurrió preguntar el pasado 13 de noviembre, al procurador capitalino su posición acerca de la legalización de las drogas (ya se había pronunciado por la legalización de la Cannabis en una oportunidad anterior). Sin pensarlo dos veces, Bernardo Bátiz se pronunció a favor “aunque en el interior de los penales”, matizó.
   El cacareo mediático y político no se hizo esperar, tampoco las declaraciones de políticos de todas las calañas: desde procuradores y cardenales hasta líderes de organizaciones no gubernamentales y miembros del gabinete poblaron las páginas de los diarios y los espacios de radio y televisión durante dos semanas.  La mayoría en contra y muy pocos a favor, todos pudieron dar su opinión acerca de la improvisada declaración, que el mismo Bátiz se vio a forzado a reconocer como incompleta, debido sobre todo a su carencia de información.
  La propuesta no es novedosa, puesto que desde el inicio mismo de la prohibición, en México se han levantado voces que denuncian la aberración que significa prohibir a los individuos introducir sustancias en sus cuerpos. Sin embargo, manifestar esa postura significaba, hasta hace poco, la muerte política.
 Lo que resalta en este caso es la ausencia de información en la casi totalidad de las opiniones, incluida la del propio Bátiz, pues mezclan en un solo saco la totalidad de las sustancias ilegales, cuya única similitud es estar prohibidas. No se toman en cuenta sus efectos, el grado de adicción, o lo perjudicial que resulten: como están prohibidas, todas son "drogas"
  Es en este concepto donde la ignorancia de la sociedad se hace más patente: es la ilegalidad lo que hace peligrosas a las drogas, no sus efectos.
 En el caso de la Cannabis, no se toma en cuenta el beneficio que para algunos puede significar, ni que la experiencia de millones de consumidores desmienta diariamente las versiones oficiales que la hacen aparecer como un monstruo verde que amenaza con destruir a la sociedad. En este marco, tampoco se mencionan los resultados beneficiosos en los países donde la despenalización de esta planta es una realidad.
   Pocos mexicanos saben que la Cannabis forma parte de la historia de la humanidad y de la cultura de numerosos pueblos; que esta planta llegó a México con los españoles y que son numerosos los artistas, políticos e intelectuales mexicanos que la han usado e incluso han defendido su consumo y una forma menos represiva de abordarlo.
 Si la mayoría de la población aún tiembla ante la sola mención de la palabra mariguana, es por la falta de información correcta, labor que corresponde hacer a los ciudadanos conscientes –consumidores o no­ — para que este país sea cada vez más libre de prejuicios que sólo generan desconfianza entre sus pobladores.
 
*Asociación Mexicana de Estudios sobre Cannabis. 

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