martes, 1 de septiembre de 2015

Rock 101 ( la mejor salsa del cuadrante)

ROCK 101
(La mejor salsa del cuadrante)
                                                                                                Por: Ramón Ortiz M.  



Un año después del terremoto de 1985, si no me fallan las cuentas de la memoria., arrancó un programa que por aquel entonces estaba causando sensación ya que la idea de crear programas alternativos a lo que en aquellos tiempos se transmitía en la capital era algo impensable por aquel entonces.
Creó que, "La Pantera" una de las mejores estaciones de rock daba sus últimas patadas, y como que la hora de los "bicles" y la de los "rolli'n" ya la sabíamos de memoria. "Radio Éxitos" también se había largado para no volver y cuando la Pantera "murió", la hora de los de Liverpool fue cambiada por " la hora menuda", y la del "Yagger" por la de " la Santanera" .
Así las cosas radiofónicas., Eran tiempos de reacomodo y reconstrucción general pues el daño causado por los temblores había removido las conciencias de aquella sociedad que había sido obligada a despertar temprano aquel día de Septiembre.
Aquella sociedad puesta a prueba aquel día, descubrió su real potencial para hacer y generar cosas sin pedir permiso al gobierno. Pues cuando la catástrofe ocurrió, la solidaridad de los grupos organizados en torno a las tareas de salvamento, actuó de forma rápida, eficaz y en muchos casos oportuna y para cuando el gobierno quiso bloquear estas acciones, acordonando con su ejército las zonas de siniestro. Aquello ya había desbordado. Suministro de agua, de comida, de techo seguro, de un abrazo, o una palabra de aliento, esa fue tarea de las nacientes "ONG´S" (organizaciones no gubernamentales), algo que después los zapatistas bautizarían como "la sociedad civil".
Pero si el terremoto fue el detonador que llevo a esta sociedad civil a organizarse ya la misma sociedad comenzó a hacer labor para que aquella cuidad que renació de sus cenizas y escombros no volviera a ser la misma.
Por aquellos años, soñábamos quienes teníamos la capacidad de soñar, que algún día tendríamos la fortuna de ver a Iron Maiden o a Metallica por aquí o a los mismísimos Stones tocando en vivo para nosotros, en aquellos años los viejos rockeros de Avandaro nos platicaban de una mítica presentación de Queen en la ciudad de Puebla, nos contaban quienes vivieron la experiencia que aquella víbra ni la imaginábamos siquiera, y tenían razón. Ellos, la generación que venía de los vergazos del 68, había pagado su cuota de sangre y aquel festival de Avandaro había sido para ellos algo así como su triunfo personal., Pero para nosotros la generación de los 80´s, la que vivió su parteaguas en el 85 con el terremoto, aquellas cosas parecían lejanas y aunque respetamos aquellas luchas y aquellos logros eso era historia, por eso cuando el desastre y el caos cubrió la ciudad, con aquel polvo blanco, en medio de esa penumbra las ideas solidarias se aclararon primero y para cuando finalmente el polvo se disperso, aquella sociedad de jóvenes había madurado y aquella ciudad no sería la misma.
Comenzó enseguida la etapa del renacimiento defeño, no había más Rodrigo Gonzales ya que se quedo entre ese polvo blanco, pero su legado sería continuado casi intacto por el "tri de México" que ya para esas fechas cambió su nombre despues de ser el " three souls in my mind" para convertirse en copia semideslechada de lo que era la música del buen Redrogo Gonzales. A este personaje, al Rodrígo se debe esa forma de cantar, con una voz casi burlona de vendedor del metro su " blues urbano" que en aquel tiempo era llamado " rock rupestre" algo que luego sería convertido en el "rock nacional" y un titipuchal de bandas aprovecharían para convertir en un " rock marginal " en toda la extensión de la palabra y "la Denver" acaparaba a la mayoría de ellas si no es que a todas pues hasta el "trí souls" comenzó ahí.
La forma de cantar del Rodrigo fue copiada hasta la ignominia, llegando a convertir esta forma de hacerlo en el sello distintivo del llamado "Rock nacional".
Pero no solo al "tri soul" se le entro la etapa de los cambios, este renacimiento fue generalizado involucro a todos los artistas, intelectuales, a todos los creadores y esto incluyó a esa camada de gente joven que dio vida a lo que fue conocido como el proyecto " Rock 101" una de las mejores estaciones de rock de que se tenga memoria, proyecto que bajo la coordinación de Luis Gerardo Salas llegaría a convertirse en la punta de lanza de las emisoras en la capital mejica, en sus mejores años junto a una serie de programas innovadores en todos sentidos, desde su estructura elástica, que permitía hablar a los jóvenes escuchas en sus propios términos, hasta la verdadera diversidad de ellos y esto enriqueció a la propia estación, pues tenía a la cabeza de estos programas a verdaderos conocedores para cada bloque. Locutores o no, era gente que estaba preparada en lo suyo y así, hubo programa de heavy metal. ¿Quien no recuerda a Jordi Soler?, había Jazz, blues, Folk, programas especiales y la programación regular con música grabada con los memorables comentarios de Luis Gerardo Salas o aquellos locos comerciales que luego copiaría de forma grotesca la inefable WFM (que tiempos aquellos) .
Uno de estos bloques fue precisamente el "Off Beat", un programa de tan solo media hora dedicado exclusivamente al "Reggae", el primero en su tipo en México encargado este a la sensual voz de Cecilia Pérez Gazga.
Cecilia había vivido en Nueva York y desde su soledad y su "walkman", tuvo sus primeros contactos con la música reggae. La cual formaría ya parte de su vida. Promotora y formadora de los viejos escuchas del reggae en México, a Cecilia y a su programa se le deben entre otras cosas que bandas de gran talla como "Chalice" o cantantes como "Leroy Sibbles" o "Mutabaruka" vinieran a dar una muestra o más bien, a reafirmar personalmente su arte en esta capital, pues ella desde su programa iba moldeando con conocimiento de causa el oido para ese disfrute, que solo se consigue cuando el ritmo del reggae ha penetrado ya en tu alma, en tu ser.
El programa de Cecilia para quienes conocíamos algo de la música de Bob Marley fue una bendición, una verdadera isla en el cuadrante pues fue allí donde pulimos el oido, conocimos al chingo de artistas y supimos que reggae no era sinónimo de Bob Marley sino de toda una cultura que se extendía más allá. No encuentro cosas criticables de este programa, hace unas semanas platiqué con uno de los mejores Dj´s de reggae en México y me decía que lo único que el y otros encontraban mal de aquellos años del programa de Cecilia es que ella siempre se negó a poner en la programación a grupos mexicanos de reggae y yo defendiéndola decía o más bien preguntaba ¿Pero poner a quien chíngados?. En esa época solo estaba Splash, Rastrillos creo que empezaba, y Bosquimano pero con una calidad tal que creo yo, no merecía ese privilegio. En fin, el nacionalismo ante todo, creo que ahora ya le llaman también reggae mexicano.

Cuando el Off Beat del reggae estaba en su punto, una nueva idea comenzó a implantarse y el programa como feto clonado se convirtió en dos, solo que su "carnalillo" se desvió hacia otro ritmo para dar vida a lo que fue el primer programa dedicado a la música Afroantillana, que ya para esas fechas era llamada "Salsa" en el dial del FM. Antes ninguna estación se había ocupado de ello, pues se decía y así se creía que el público de la música "tropical”  estaba en AM y que el público de FM era para otra cosa, como si el AM y el FM representaran a la "naquiza" y a los "nais". El Off Beat contraviniendo todos estos arraigados conceptos comenzó a dar vida y espacio radiofónico a esta idea nueva que pronto sería copiada y adoptada como suya por otras estaciones también de FM (sabrosita, morena, la qué buena la tropi Q y otras)
Salsa en FM, si era como si aquello estuviera destinado al fracaso pues en aquel tiempo era algo muy fuera de lo común y así empezó, se alargo el Off Beat haciéndolo de una hora, entonces la primera media hora de reggae y la segunda media hora de salsa, de la mejor salsa del cuadrante.
Durante esa segunda media hora se cuidaba mucho la calidad de los exponentes y eso permitió que el escucha se fuera familiarizando con el sonido de los grandes, conocer sus estilos de hacer la salsa incluso entrenar el oído para diferenciar, valga la redundancia los diferentes "tumbados" que llevan a veces en una misma rola hasta tres o cuatro estilos como el guaguancó, la timba, el son montuno, o ese Freestyle que hace Papo Luca o Tito Puente cuando vibran las teclas o los cueros y que ellos llaman "descarga" .
Ahí se programaba desde la Sonora Ponceña, hasta Poncho Sánchez pasando desde luego por Willie Colón, Gato Barbieri, Hector Lavoe, Ruben Blades, Celia Cruz y una larga lista, explicando brevemente algunos de los aspectos más trascendentes de su obra y de su carrera.
De esta manera es que llega el acercamiento para mi y creo que para muchos otros del ritmo afroantillano, que estaba ahí, que observábamos de lejitos, porque para el público "rockerón" como para el "salserón" ese involucrarse a conocer otros ritmos y formas de "sentir" la música estaba como negado, no era bien visto, no era lo "normal". Hoy a los grupos que se dedican a hacer mezclas en su música, tomando esos estilos y formas de hacer la música en otras tierras les llaman bandas "eclécticas", bonito nombre para las agrupaciones que hoy reconocen que ningún ritmo es menos que otro sino diferente, y entender esa diferencia es lo que hace que el pensamiento "ecléctico" se enriquezca para el disfrute pleno.
Algo en ese sentido se le debe al "Off Beat" ese permitirle al escucha de rock así como al de salsa romper esa barrera sicológica creada en ambos públicos.
Casi enseguida llegaron las primeras protestas y críticas de los "puristas" de uno y otro bando que renuentes a la innovación y a la aventura, su reaccionaria ceguera no les permitió observar lo que aquel cambio significaba para la radio mexicana y después de un tiempo el "Off Beat" volvió a ser un programa exclusivamente de reggae, pero la otra media hora consiguió su propio espacio de una hora los días sábados para luego generar o degenerar en algo que se llamo "Salsabadeando" programa que durante un muy buen rato hizo las delicias del salsomano tepiteño barrio que lo hizo bandera y adopto como hijo prodigo.
Valla entonces este reconocimiento para aquellos que se atrevieron a la aventura de cambiar para siempre la radio y la visión de muchos jóvenes que como yo soñaban a través de ella, radio donde una vez escuche una frase como esta.

"Seamos realistas, soñemos lo imposible". 

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